martes, 5 de marzo de 2013

8. A las puertas del desierto

Abro la publicación de esta semana, con una foto tomada el pasado mes de Enero, en las proximidades del Oasis de Chebika, en el sur de Túnez  Lo que me lleva a traerla al inicio de esta publicación es que muestra un paisaje pre-desértico que me hizo plantearme ciertas cosas acerca de lo que habitualmente pensamos sobre los desiertos y como los concebimos en Europa.

Si un español tuviera que describir un desierto lo haría probablemente refiriéndose a una  extensión arenosa donde el extremo calor diurno y la sequedad son constante invariable. Y eso probablemente es lo mismo que pensaba yo hasta que me encontré en las proximidades del Sahara, en el sur de Túnez  Sí, ahora pensareis que lo mas normal es poner una foto de un mar de arena donde la vista no alcanza, y que es lo que propiamente se encuentra uno al llegar por estos lares.

Pero si bien uno se encuentra este tipo de desierto al sur de la localidad de Douz, en lo que comúnmente se conoce como la puerta del desierto tunecino, anteriormente un pre-desierto pedregoso es lo que aguarda al viajero y lo que para mi constituye la verdadera puerta del desierto, ya que sirve de preámbulo a ese idílico lugar con dromedarios, arena y palmeras.

Este desierto de montaña presenta una estimable colección de oasis y acuíferos varios que recorren los poros de la tierra y constituyen una de las fuentes de vida fundamentales para que cualquier comunidad pueda establecerse. Por ese motivo cualquier poblado bereber o caravana de comerciantes que ose penetrar o en el desierto o en el pre-desierto pedregoso, siempre tendrá muy presente estos lugares puntuales para confeccionar su ruta. A escasos metros de donde se tomó esta foto en la que aparezco con mi madre, se encuentra un mercadillo de lo más variopinto y colorido de la zona fronteriza entre Túnez y Argelia.

Gafsa, Tozeur, Nefta...son nombres de pueblos tunecinos que jalonan esta zona pedregosa, una especie de desierto "B" que no es foco fundamental de los souvenirs de los turistas aunque sea ampliamente visitado. Me explico, la gente lo visita pero cuando cuenta su prodigiosa visita al desierto solo se acuerda de la inmensidad arenosa y un dromedario sobre ella, desprecia esta puerta del desierto que ha traído la naturaleza en forma de paisaje árido y pedregoso, que muchas veces es hasta más desolador y solitario que el clásico desierto de arena


Para terminar esta publicación os traigo dos muestras muy diferentes de construcciones que se han erigido en estos terrenos o al menos en lugares próximos a ellos, y que testifican dos maneras muy diferentes de concebir el encanto de esta puerta del desierto:

El primero es el decorado de la Guerra de las Galaxias situado en las proximidades de Nefta, en el sur de Tunez, donde el amigo Lucas y su caterva de profesionales del celuloide, recrearon el desértico planeta de Tatouine en la Amenaza Fantasma, aquel Tatouine era un planeta conformado por el clásico desierto de arena reconocible para el espectador..Sin embargo, amigos de la magia del cine, el emplazamiento del rodaje esta mas bien rodeado de ese desierto pedregoso, considerado por el ser humano como el patito feo de los desiertos...

Y la segunda foto es el impresionante anfiteatro Romano de El Djem, entre los cuatro mejor conservados del mundo, y que ya se encentra en la linde de los terrenos desérticos-áridos-pedregosos y la fértil linea costera del país magrebí, anhelando el dulce clima costero más que el severo clima desértico de esas vastas extensiones pedregosas.

Asi pues, las puertas del desierto existen en forma de desierto pedregoso, aunque de algún modo la humanidad haya querido obviarlo en su categorización mental de toda la superficie terrestre

Hasta la próxima semana

1 comentario:

  1. Tienes razón el desierto pedregoso es mas desolador, la arena dulcifica el paisaje con sus ondulaciones...........

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