martes, 12 de marzo de 2013

9. Amotinados en la nada

Hoy comienzo esta entrada con una imagen que no es para nada geográfica, y que veréis que es mas bien cinematográfica, otro campo que es de mi interés y que esta ocasión traigo a colación como recurso para apoyar mi narración :)

¿Bonito fotograma verdad?... pues si amigos es Marlon Brando en una escena de la película de 1962 "Mutiny on the bounty" (en castellano "Rebelión a bordo"), interpretando al capitán Fletcher Christian, el indómito amotinado de la Bounty, que desafió al despiadado William Bligh y protagonizó uno de los motines más recordados de la historia del cine, y por supuesto de la historia real, que es adonde vamos.

28 de abril de 1789, tras un viaje más que tenso y donde la tripulación no aguantaba más el trato dispensado por el Capitán Bligh, Fletcher Christian lidera un motín que acaba con Bligh y sus oficiales más afines fuera de la Bounty y navegando en una balsa camino de Timor Oriental. en aquel momento el navío se encontraba a 1.300 km al este de Tahití, en una región del Pacífico donde apenas hay nada más que agua. Parte de los amotinados junto con sus queridas tahitianas fueron a parar a una minúscula isla llamada Pitcairn, uno de los territorios más remotos del mundo, y que aun  hoy sigue siendo un lugar fascinante por varios motivos.


El primero de ellos que aún hoy, año 2013, sus aproximadamente 48 residentes permanentes siguen siendo descendientes de los amotinados y sus apellidos, Christian, Warren, Young y Brown ligados sempiternamente a esos valientes o crueles sublevados (Según desde que prisma se mire) desde 1789.

En total 9 amotinados y 18 acompañantes polinesios llegaron en 1789 a la isla. (Para amantes de la precisión histórica, estas islas no fueron descubiertas por los ingleses y ni mucho menos en 1789, sino que al menos una parte del archipiélago las islas Ducie y Henderson fueron descubiertas  en 1606 por el navegante portugués Queirós bajo las órdenes de la marina española)


Y aquí el segundo y fascinante hecho: lo aislado de este archipiélago perteneciente al Reino Unido
Solo esta imagen vale más que mil palabras con las que intentásemos describir la situación de completo aislamiento del archipiélago y lo distante, ya no que está de cualquier masa continental, sino de cualquier archipiélago próximo de la Polinesia (lo mas cercano, el atolón de Mangareva en las Islas Gambier, Polinesia francesa, a 490 km, y Tahiti esta a unos 2170 km al este)

No hay avión para llegar hasta las islas, y solo se puede llegar mediante barco, y no un barco que nos aproxime comodamente hasta la isla, sino que nos dejará virtualmente en medio del agua, y mediante un longboat accederemos a la zona de desembarco de la isla



Solo una de las islas, la Isla Pitcairn está habitada (unos 48 habitantes que residen en Adamstown la capital de este territorio de ultramar Británico que se erige en lo alto de la Colina de la Dificultad, y las  otras tres islas, Ducie, Henderson y Oeno, permanecen como reserva puramente natural. El total de extensión de este territorio es de 43 km cuadrados de los cuales solo 5 son de la isla habitada Pitcairn.

Obviamente vivir en un territorio tan aislado tiene sus inconvenientes y son pocos los recursos de los que pueden vivir sus habitantes (Sellos, estampar pasaportes, miel, souvenir turísticos a los pocos privilegiados que puedan llegar hasta allí..) pero poder disfrutar de una naturaleza intacta de islas como Henderson o Ducie (las Isla Pitcairn ya esta mas modificado por el hombre) es también un privilegio en los tiempos que corren. Eso sí Internet como no llega a estos puntos y se pueden encontrar vídeos y fotos por doquier que nos hablan de estas islas.

Para finalizar esta publicación sobre este curioso territorio, os dejo una vista del Cabo San Paul, una de las que verían al llegar aquellos amotinados que en medio de la nada más absoluta y con kilómetros y kilómetros de Océano Pacífico en su derredor eligieron este paraíso secreto para pasar el resto de sus vidas huyendo de la tiranía de cierta casta dominante británica

Hasta la próxima semana


martes, 5 de marzo de 2013

8. A las puertas del desierto

Abro la publicación de esta semana, con una foto tomada el pasado mes de Enero, en las proximidades del Oasis de Chebika, en el sur de Túnez  Lo que me lleva a traerla al inicio de esta publicación es que muestra un paisaje pre-desértico que me hizo plantearme ciertas cosas acerca de lo que habitualmente pensamos sobre los desiertos y como los concebimos en Europa.

Si un español tuviera que describir un desierto lo haría probablemente refiriéndose a una  extensión arenosa donde el extremo calor diurno y la sequedad son constante invariable. Y eso probablemente es lo mismo que pensaba yo hasta que me encontré en las proximidades del Sahara, en el sur de Túnez  Sí, ahora pensareis que lo mas normal es poner una foto de un mar de arena donde la vista no alcanza, y que es lo que propiamente se encuentra uno al llegar por estos lares.

Pero si bien uno se encuentra este tipo de desierto al sur de la localidad de Douz, en lo que comúnmente se conoce como la puerta del desierto tunecino, anteriormente un pre-desierto pedregoso es lo que aguarda al viajero y lo que para mi constituye la verdadera puerta del desierto, ya que sirve de preámbulo a ese idílico lugar con dromedarios, arena y palmeras.

Este desierto de montaña presenta una estimable colección de oasis y acuíferos varios que recorren los poros de la tierra y constituyen una de las fuentes de vida fundamentales para que cualquier comunidad pueda establecerse. Por ese motivo cualquier poblado bereber o caravana de comerciantes que ose penetrar o en el desierto o en el pre-desierto pedregoso, siempre tendrá muy presente estos lugares puntuales para confeccionar su ruta. A escasos metros de donde se tomó esta foto en la que aparezco con mi madre, se encuentra un mercadillo de lo más variopinto y colorido de la zona fronteriza entre Túnez y Argelia.

Gafsa, Tozeur, Nefta...son nombres de pueblos tunecinos que jalonan esta zona pedregosa, una especie de desierto "B" que no es foco fundamental de los souvenirs de los turistas aunque sea ampliamente visitado. Me explico, la gente lo visita pero cuando cuenta su prodigiosa visita al desierto solo se acuerda de la inmensidad arenosa y un dromedario sobre ella, desprecia esta puerta del desierto que ha traído la naturaleza en forma de paisaje árido y pedregoso, que muchas veces es hasta más desolador y solitario que el clásico desierto de arena


Para terminar esta publicación os traigo dos muestras muy diferentes de construcciones que se han erigido en estos terrenos o al menos en lugares próximos a ellos, y que testifican dos maneras muy diferentes de concebir el encanto de esta puerta del desierto:

El primero es el decorado de la Guerra de las Galaxias situado en las proximidades de Nefta, en el sur de Tunez, donde el amigo Lucas y su caterva de profesionales del celuloide, recrearon el desértico planeta de Tatouine en la Amenaza Fantasma, aquel Tatouine era un planeta conformado por el clásico desierto de arena reconocible para el espectador..Sin embargo, amigos de la magia del cine, el emplazamiento del rodaje esta mas bien rodeado de ese desierto pedregoso, considerado por el ser humano como el patito feo de los desiertos...

Y la segunda foto es el impresionante anfiteatro Romano de El Djem, entre los cuatro mejor conservados del mundo, y que ya se encentra en la linde de los terrenos desérticos-áridos-pedregosos y la fértil linea costera del país magrebí, anhelando el dulce clima costero más que el severo clima desértico de esas vastas extensiones pedregosas.

Asi pues, las puertas del desierto existen en forma de desierto pedregoso, aunque de algún modo la humanidad haya querido obviarlo en su categorización mental de toda la superficie terrestre

Hasta la próxima semana